Por Heidy Recarte | hrecarte@ereifitness.com

En un momento en el que todo de repente cambio; tu rutina, el sentimiento de seguridad de tu salud y estabilidad económica, se restringe tu libertad y para colmo no existe una fecha a la que apuntas para que todo termine. Nos invade la incertidumbre de no saber qué va a pasar y cuánto tiempo transcurrirá para que todo regrese a “la normalidad”. El miedo por el bienestar de nuestras familias y el propio nos preocupa, sin dejar por fuera la ansiedad de cómo nos afectará económicamente esta situación.
Primero que todo quiero que sepas que NO ESTÁS SOLO y tener estas emociones, no significa que no eres fuerte o maduro simplemente es señal de que eres ser humano y estás pasando por un momento sin precedentes en nuestra generación. Vernos forzados a distanciarnos de nuestras familias, amigos, oficinas, gimnasio, en fin, nuestra red de apoyo social crea un sentimiento de impotencia que para muchos es difícil de manejar. Comenzamos a sentirnos ansiosos, no podemos dormir bien, comemos mucho o muy poco, nos encontramos más irritables y vulnerables de lo normal, tanto emocional como psicológicamente.
Esto no es más que la incongruencia entre los que queremos hacer y lo que podemos hacer. Por lo cual es importante darnos un tiempo para cuidar de nuestra salud mental y emocional. Se habla mucho de limpiar tu casa, tus manos y tu cuerpo; pero no vemos como limpiar nuestra mente de pensamientos, costumbres y sentimientos que nos hacen vulnerables a depresión, ansiedad, estrés, irritabilidad, culpa, confusión y demás que también son como un virus que entra a nuestras vidas y hacen nuestros días cada vez más difíciles de sobrellevar.
Me gustaría compartirte algunas pequeñas cosas que puedes hacer para asegurarte de cuidar tu bienestar psicológico en este tiempo, sin ningún orden particular:
1. Enfócate en las cosas sobre las cuales tienes el control, en lugar de aquellas no puedes controlar. Como dice la famosa oración de la Serenidad “Dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo y sabiduría para conocer la diferencia”. Cuando sientas que estás pasando por un momento emocionalmente cargado, frena, respira profundo y hazte la siguiente pregunta: ¿Esto es algo que está en mis manos solucionar? En caso de ser sí, ¡Excelente! Ponte en acción, haz un plan y comienza a trabajar hacia ello. Si no está en tu poder, entonces comienza a trabajar en soltar esa emoción, enfócate en algo más, y cada vez que vuelva ese pensamiento frénalo antes que te comience a cargar.
2. Protege tu paz, evitando medios informativos alarmistas. Es fácil enredarnos en la controversia, las cadenas de Whatsapp, las publicaciones de Instagram y en noticieros amarillistas. Es importante mantenernos informados pero también es importante saber elegir nuestras fuentes. Pongamos atención a los médicos y científicos y no al “influencer” que te da información con sal y pimienta. Así como elegimos ponerle buen combustible a nuestro carro o decidimos nutrir nuestro cuerpo con comida sana; debemos decidir llenar nuestra mente de información responsable.
3. Planea con anticipación cubrir tus necesidades básicas. Lleva un inventario de tus provisiones, identifica para cuanto tiempo tienes recursos, adminístralos bien y planifica tu día de compras con 2 o 3 días de anticipación. Existen varios servicios a domicilio pero dado que la demanda es muchas se están tomando un aproximado de 2 a 3 días para tomar tu pedido por lo cual, si llevas un control de lo que tienes y planeas tus compras con anticipación, no sentirás la ansiedad de verte sin algún recurso que consideres esencial en tu hogar. También esto brinda una sensación de control sobre la situación que nos hace sentir seguros.
4. Crea rutinas. Crea un horario, así como llevabas uno antes de la cuarentena. Una hora para despertar, para comer, para trabajar, ejercitarte, convivir con tu familia, bañarte, etc. De esta manera te asegurarás de mantenerte activo física y mentalmente. Tienes el control sobre tu día y por la noche iras a la cama con la sensación que tuviste un día productivo y listo para descansar. Mantener nuestra mente enfocada en diferentes actividades nos permite tener los recursos necesarios para evitar caer en un ciclo de pensamientos negativos, temores, ansiedad, aburrimiento, soledad o lo que cada uno sienta según sus condiciones particulares.
5. Distancia social no es igual a soledad. No te alejes de tu familia y amigos, este apoyo social y emocional es ESENCIAL en este momento. Qué bueno que vivimos en una era en la cual la tecnología elimina muchas barreras. Haz una videollamada con tus amigos o llama a tus familiares con frecuencias, esto te permite saber que ellos están bien y te genera seguridad a ti mismo; y a ellos también. No tengas miedo de expresar tus sentimientos con quién tengas confianza. Si no tuviste un buen día, si algo te preocupa o simplemente necesitas “dejarlo salir” te aseguro que muchos te comprenderán y sabrás que no estás solo en tus emociones, será una experiencia liberadora.
6. No suspendas, no te aísles. Si padeces de algún tipo de trastorno psicológico como ansiedad, depresión o cualquier otro trastorno del estado de ánimo, continua con los protocolos acordados con tu psicólogo o médico. Que este tipo de situación no te aísle y si conoces a alguien que padezca alguna de estas enfermedades por favor bríndale el apoyo emocional que necesiten. PARA LOS NIÑOS

Si eres padre, imagina tus emociones y lo complicado que es asimilarlas con todas las herramientas que la vida y el conocimiento te ha brindado. Ahora, imagina lo complejo que es para tus hijos, ellos también están sintiendo este cambio; la separación de sus amigos, de su escuela, la presión de tareas en casa crea una carga emocional. Solamente que ellos por su corta edad, no tienen las herramientas psicológicas que necesitan para expresar sus emociones, preocupaciones y pensamientos.
Tomemos este tiempo para hablar con nuestros hijos, explicarles en palabras que puedan entender lo qué está pasando y brindémosle la seguridad de que pueden acudir a nosotros con cualquier duda, pregunta o preocupación. Este es un momento especial para fortalecer su autoestima, su confianza en nosotros y brindarles los mecanismos de expresión asertiva.
Finalmente espero que siempre tengan como prioridad su salud mental y emocional. Independientemente de sus creencias, el día de hoy aplica mucho esta definición de FE: “Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”. Debemos tener la certeza que todo esto pasara y estaremos bien y la convicción que seremos más fuertes, mejores seres humanos y que al final de la tormenta existe una luz aunque ahorita eso sea difícil de ver.
APOYO PSICOLOGICO GRATUITO
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